¡Hola¡
Solemos pensar que escuchar es fácil, que es poner la oreja y ya está, pero nada más lejos de la realidad.
Uno de los mayores problemas a la hora de escuchar es que lo hacemos desde nuestros propios parámetros, lo que dificulta y mucho la verdadera escucha.
Un caso extremo de mirar al otro desde nuestro propio punto de vista es verle como una causa por la que luchar y no como una persona.
He creado esta historia que lo ilustra, y que espero que os entretenga, ayude a pensar sobre el tema, o que os sea útil de alguna manera.
El próximo mes analizaré la conversación desde el punto de vista del counselling.
Como siempre, cualquier comentario y/o aportación al respecto será bienvenida y agradecida.
Un abrazo,
Gema